Aunque este artículo tiene más de un año, no he podido dejarlo pasar al encontrarlo casualmente por un enlace.
Me ha llamado la atención que vuestro partido político apoye y divulgue este tipo de "conocimientos", que en el mejor de los casos no están soportados por ninguna evidencia científica ni estudio veraz y que en el peor de los casos es pura charlatanería new-age ablandacerebros.
Creo que los problemas que hay que resolver son bastante mundanos, tangibles y mensurables. No creo que la gente necesite que se le llene la cabeza con cuentos de cuna para adultos, por muy dura que sea la vida.
Nuestros antepasados abandonaron las cavernas hacer miles de años y ya le hemos dado explicación a infinidad de fenómenos naturales y para lo que queda necesitamos más y mejor ciencia, no menos.
Sinceramente estoy bastante decepcionado para un partido que pretende "basar su acción política en la defensa de la sostenibilidad, la democracia participativa y los Derechos Humanos", pero que renuncia a la razón, la lógica, el sentido común y pensamiento deductivo en favor de creencias y supersticiones del milenio pasado.
Independientemente de que EQUO apoye o no las terapias naturales alternativas, en mi opinión la mentalidad occidental es bastante prepotente a la hora de juzgar otras culturas,que no carecen de su propia sabiduría y concepción del mundo. La ciencia también evoluciona, y lo que científicamente parecía un dogma, con el tiempo se demuestra muchas veces que era erróneo. En conclusión, podré apoyar o no estas terapias, pero desde mi cultura occidental me guardaré de menospreciarlas.
Si he ofendido a alguien con mi opinión, le pido disculpas porque no es mi intención hacer sentir mal a nadie gratuitamente.
Pero si la ofensa viene de sentirse atacado al poner en su justo lugar a metodologías que carecen de ningún rigor (y que más obedecen al efecto placebo y de bienestar por el contacto y afecto humanos) estaré dispuesto a debatirlo y discutirlo cuantas veces haga falta. Estas "terapias" han sido puestas a prueba, una y otra vez, pero nunca se ha demostrado su eficacia, ergo es más probable que sea el azar, la manipulación emocional o el efecto placebo los responsables de sus supuestos beneficios.
No creo en la verdad absoluta, ni en la infalibilidad de la ciencia, más aún al contrario, soy extremadamente crítico con ella y defiendo un uso ético y responsable de la misma. Sin embargo y de la misma manera no creo en terapias, por muy milenarias que estas sean, ya que cae por su propio peso que por muchos años que se esté haciendo algo no significa que sea necesariamente bueno, como hay tantos y abundantes ejemplos.
En lo que sí creo es que por imperfecto que sea (como la democracia), el método científico y por extensión sus herramientas: la lógica, el pensamiento crítico y deductivo, etc. ha demostrado hasta la fecha ser el mejor sistema para desentrañar y explicar los fenómenos naturales y para crear predicciones y métodos fiables aplicables a todos los campos del conocimiento humano.
Por tanto, confío más en este sistema que en las opiniones subjetivas o la inercia cultural. Esto no es prepotencia, es un saludable y muy recomendable escepticismo.
Hola, buenos días.
ResponderEliminarAunque este artículo tiene más de un año, no he podido dejarlo pasar al encontrarlo casualmente por un enlace.
Me ha llamado la atención que vuestro partido político apoye y divulgue este tipo de "conocimientos", que en el mejor de los casos no están soportados por ninguna evidencia científica ni estudio veraz y que en el peor de los casos es pura charlatanería new-age ablandacerebros.
Creo que los problemas que hay que resolver son bastante mundanos, tangibles y mensurables. No creo que la gente necesite que se le llene la cabeza con cuentos de cuna para adultos, por muy dura que sea la vida.
Nuestros antepasados abandonaron las cavernas hacer miles de años y ya le hemos dado explicación a infinidad de fenómenos naturales y para lo que queda necesitamos más y mejor ciencia, no menos.
Sinceramente estoy bastante decepcionado para un partido que pretende "basar su acción política en la defensa de la sostenibilidad, la democracia participativa y los Derechos Humanos", pero que renuncia a la razón, la lógica, el sentido común y pensamiento deductivo en favor de creencias y supersticiones del milenio pasado.
¿Se os a ido la olla? Nos están friendo vivos!
ResponderEliminarNota: en el Congreso de EQUO se rechazó por un margen muy pequeño el apoyo a las terapias naturales
ResponderEliminar23 Enero 2013
Pues el problema es que haya sido un margen muy pequeño. Las magufadas deberían ser aplastadas por goleada.
ResponderEliminarIndependientemente de que EQUO apoye o no las terapias naturales alternativas, en mi opinión la mentalidad occidental es bastante prepotente a la hora de juzgar otras culturas,que no carecen de su propia sabiduría y concepción del mundo.
ResponderEliminarLa ciencia también evoluciona, y lo que científicamente parecía un dogma, con el tiempo se demuestra muchas veces que era erróneo. En conclusión, podré apoyar o no estas terapias, pero desde mi cultura occidental me guardaré de menospreciarlas.
Soy el Anónimo del primer comentario.
ResponderEliminarSi he ofendido a alguien con mi opinión, le pido disculpas porque no es mi intención hacer sentir mal a nadie gratuitamente.
Pero si la ofensa viene de sentirse atacado al poner en su justo lugar a metodologías que carecen de ningún rigor (y que más obedecen al efecto placebo y de bienestar por el contacto y afecto humanos) estaré dispuesto a debatirlo y discutirlo cuantas veces haga falta. Estas "terapias" han sido puestas a prueba, una y otra vez, pero nunca se ha demostrado su eficacia, ergo es más probable que sea el azar, la manipulación emocional o el efecto placebo los responsables de sus supuestos beneficios.
No creo en la verdad absoluta, ni en la infalibilidad de la ciencia, más aún al contrario, soy extremadamente crítico con ella y defiendo un uso ético y responsable de la misma. Sin embargo y de la misma manera no creo en terapias, por muy milenarias que estas sean, ya que cae por su propio peso que por muchos años que se esté haciendo algo no significa que sea necesariamente bueno, como hay tantos y abundantes ejemplos.
En lo que sí creo es que por imperfecto que sea (como la democracia), el método científico y por extensión sus herramientas: la lógica, el pensamiento crítico y deductivo, etc. ha demostrado hasta la fecha ser el mejor sistema para desentrañar y explicar los fenómenos naturales y para crear predicciones y métodos fiables aplicables a todos los campos del conocimiento humano.
Por tanto, confío más en este sistema que en las opiniones subjetivas o la inercia cultural.
Esto no es prepotencia, es un saludable y muy recomendable escepticismo.