Existe una fuente de energía oculta que puede cambiar el mundo. A lo
largo de la Historia, el ser humano ha buscado esta fuente, y la Ciencia
y la Técnica ha puesto a su disposición recursos impensables. Muchos de
ellos, llenos de una enorme potencialidad, se han convertido a pesar
de todo en causas de destrucción. La revolución insdustrial, tan
prometedora, ha dejado sin embargo huellas desvastadoras para la
naturaleza y situaciones de sometimiento e injusticia social. La energía
nuclear, otro ejemplo más de lo que puede llegar a ser lo que en un
principio prometía ser fuente de bienestar. Hoy el hombre sigue
indagando, buscando, y aparecen nuevas fuentes de energía como la
energía solar o eólica; o se descubren los biocombustibles a partir de,
por ejemplo, maiz u otros productos comestibles, y grandes extensiones
de cultivos son compradas por grandes compañías de China, Estados Unidos
u otros países con la finalidad de obtener este tipo de energía,
provocando consiguientemente el encarecimiento de los alimentos básicos
para muchas poblaciones.
La ciencia, la técnica, son las manos. Pero el motor que las mueve y la
fuente de energía esta dentro de nosotros, en nuestra mente, nuestro
mejor aliado y nuestro peor enemigo. Es preciso detenernos un instante,
despertar nuestra conciencia, sentirnos parte de un todo, y mirar dentro
para descubrir la fuente de energía que puede transformarnos.
Dolores Vendrell
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