El ideólogo de la Economía del Bien Común planteó en su presentación cómo la actual crisis tiene soluciones alternativas que aliviarían el sufrimiento de tantas personas, y cómo los que tienen el poder para realizar este cambio no lo hacen porque están al servicio de la élite mundial a quien no interesa dicho cambio.
Ante este planteamiento, por un momento podemos sentirnos aplastados por la evidencia: los que tienen el poder para realizar el cambio no quieren, los que lo necesitan y quieren no pueden. ¿No pueden? Sí pueden, como cito Francisco Alvarez, prologuista del libro: “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo” (Eduardo Galeano).
Al final de su exposición el escritor señaló una de las claves del cambio: la democracia real, la participación de todos los ciudadanos. El deber de los engañados- afirmó- el deber de los ciudadanos es vencer el desinterés, es informarse.
imagen: optimistical.net
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