Art. de Antonio Fernandez Diaz:
Los pedestres españolitos venimos, ancestralmente, en nuestra muy doliente historia, soportando inhumanas e ilimitadas injusticias sociales sobre nuestras "anchas" y laceradas espaldas, paradójicamente provenientes de nuestros mismos respectivos cíclicos organismos oficiales de Justicia (así nos lo confirman los más enjundiosos escribidores bibliográficos).
Los pedestres españolitos venimos, ancestralmente, en nuestra muy doliente historia, soportando inhumanas e ilimitadas injusticias sociales sobre nuestras "anchas" y laceradas espaldas, paradójicamente provenientes de nuestros mismos respectivos cíclicos organismos oficiales de Justicia (así nos lo confirman los más enjundiosos escribidores bibliográficos).
Absolutistas reyezuelos
de "tres al cuarto", pero con omnímodo poder (bastantes de ellos con
serias taras psíquicas y físicas) vinieron gobernando nuestras Españas
-a veces a través de reales tutorías devenidas y terciarias, hasta
extranjeras-, cuando no, por caprichosos omnipotentes y unipersonales
emperadores de subyugadas monarquías, sometidas a su exclusivo arbitrio.
La consecución de su
perseguida e imprescindible paz social les venía siendo ofrendada a
través de la imposición de un ciego acatamiento y humillador vasallaje
popular, valiéndose del miedo a despóticos castigos, devenidos de sus
corresponsables fuerzas represoras al uso y de sus moldeadas y
particularizadas instituciones de justicia.
Genéricamente nuestro
Pueblo, por tanto, jamás se ha podido sentir completamente identificado y
mucho menos arropado por supuestas afines leyes protectoras, sino muy
contrariamente le hemos venido guardando una muy natural y consecuente
prevención a los organismos judiciales, cuando no auténtica aversión, a
sentimental semejanza respecto con las llamadas "fuerzas de orden
público" (auténtica aberración y vergüenza resultante para todo Estado
de derecho que se precie).
Por tanto, pretender
revolucionar este tan consolidado establishment, arraigado desde los más
remotos tiempos en nuestra vieja y sufrida tierra, suele conllevarnos a
inevitables y contradictorias nefastas consecuencias.
Entre otras
incongruentes decisiones legales, acabamos de vivir dos de las más
incoherentes e imperdonables, a mi particular entender.
Garzón, el juez que
destapó el caso "Gürtel", que desarticuló la trama corrupta
especializada en el saqueo de fondos públicos y que sacó de la política a
dos decenas de dirigentes del PP que colaboraron en el pillaje;
desarticuló el entramado de ETA; combatió todas las formas de
terrorismo; desmanteló multitud de redes de narcotráfico y blanqueo de
capitales; ordenó la detención del genocida Pinochet y persiguió los
crímenes contra la humanidad de otras dictaduras latinoamericanas
(llegando a demandar, en la ONU, el abandono español a las víctimas del
franquismo), resultó incomprensiblemente condenado por el Tribunal
Supremo español a 11 años de inhabilitación por prevaricación.
Tan dura y discutida
sentencia judicial al juez más reconocido internacionalmente, ha sido
descalificada por juristas de todo el mundo.
Actualmente es Asesor
del Tribunal Internacional de La Haya, Director de la defensa jurídica
del fundador de Wikilecks (Julián Assange), Asesor de la Fiscalía
General de Colombia y colaborador del Gobierno de la República de
Ecuador.
Y todavía más
recientemente registramos otro muy semejante caso, el del juez Elpidio
Silva, al que por enviar a Miguel Blesa, dos veces, a prisión, ha
terminado con una condena de 17 años de inhabilitación, por igual
motivo: prevaricación; ésto sí, con el voto discrepante del propio
Presidente del Tribunal que le juzgó, que pidió su completa absolución.
Paradógica y
sorprendentemente, la más rabiosa actualidad viene a desdecir a los
"sesudos" jueces que dictaminaron la referida sentencia sobre el juez
Silva. Otro juez, éste Andreu de apellido, está solicitando 16 millones
de euros de fianza civil para este mismo Blesa por el asqueroso asunto
de las "oscurecidas" tarjetas de Bankia. Según el propio juez Silva,
correspondiente tan solo al 0,001% de la basura arrinconada de Caja
Madrid ..."Acerté mucho más de lo que imaginaba cuando mandé a Blesa a
prisión; volvería a hacerlo una y otra vez", asegura Silva.
El extenso meritaje de
este otro juez, Elpidio Silva, tampoco resulta baladí: Profesor titular
de Derecho Administrativo, Doctor en Derecho Comparado en Francia e
Italia, Profesor Asociado en la Universidad Complutense de Madrid,
docente de Derecho Penal y Criminología, Profesor de la UNED, ponente y
conferenciante en seminarios nacionales e internacionales. Formado en la
Université Panthéon-Assas de París, en la Universidad de Bologna y Juez
del Tribunal de Gran Instancia de Ajaccio (Córcega).
El panorama judicial español del momento echa humo. Solo el global tema de la corrupción amenaza con el colapso jurídico.
En los actuales tiempos
están en marcha múltiples procesos encausatorios con muy difíciles
pronósticos finales y que han generado una general incertidumbre e
inquietud sociales: la "Gürtel", Palma Arena, Caso Nóos, Palau de la
Música, caso ITV catalán, Operación Malaya, EREs fraudulentos andaluces,
Operación Pokemon, Operación Campeón, Caso Cooperación, Caso familia
Pujol-Ferrusola, Casos Blesa-Rato y siguientes, Francisco Granados
detenido por la Guardia Civil por supuesta trama de corrupción municipal
y regional y otro largo etcétera.
Resultaría excesivamente
prolijo entrar en el detalle de toda la suciedad conque la vil y
depravada desmedida ambición personal de tan "ínclitos" personajes de
esta alta sociedad española han mancillado nuestra tan mimada "marca
España".
En fin, aunque ateo en
ejercicio y anticlerical recalcitrante, ruego una general oración por
nuestra contrita Justicia (en procesional rogatoria) para que su
corresponsable "mesías" la ilumine y venga a rectificar con la
radicalidad conveniente para bien de nuestro Pueblo.
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